Previo a la crisis sanitaria por el COVID-19, de acuerdo con la entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer UN Women, existía una brecha global del 23% en el ingreso de mujeres frente al de los hombres. Estimando que lograr la igualdad de pago se requeriría de aproximadamente 70 años.
Ahora bien, en septiembre del 2020, la revista Harvard Bussiness Review publicó un artículo que resalta que en Estados Unidos los empleos femeninos son más vulnerables a razón de 1.8 contra el trabajo de los hombres. Situación que de no frenar podría representar una pérdida de un trillón de dólares para el 2030.
Pero, ¿Qué causa el incremento de las desigualdades de género?
Lo anterior se explica por distintas variables, tales como:
- La carga por el trabajo no remunerado dentro de las casas, se ha incrementado durante la pandemia. Las mujeres son quienes se dedican a las actividades familiares de forma desproporcionada.
- Además, que es más común que dentro de las familias, sean las mujeres quienes opten por renunciar a sus trabajos, ante la necesidad de que uno de los padres permanezca en casa al cuidado de los niños.
- Por último, una gran cantidad de microempresarias, ante la escases resultante por la pandemia, han tenido dificultades para priorizar el capital en reinversión para el negocio, frente a la presencia de otras necesidades, e incluso han tenido que compartir sus dispositivos digitales para continuar con la educación remota de sus hijos.
Es muy importante que estos datos sean considerados por todos, ya que la inequidad de género, no sólo es un tema que afecta a las mujeres, sino que tiene repercusiones graves sobre la economía global.
¿Qué iniciativas podemos reforzar en nuestros trabajos?
Existen varias acciones que debemos ejecutar a fin de compensar el retroceso que ha representado la crisis sanitaria. Y quedan muchas iniciativas que se pueden reforzar desde nuestros trabajos.
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Generar consciencia
Las empresas pueden integrar a sus planes de desarrollo, capacitaciones que promuevan la toma de consciencia sobre la necesidad de compartir la carga de trabajo no remunerada. No como una ayuda de parte de los hombres, sino como la responsabilidad de cohabitar con sus parejas, madres, hermanas, etcétera. -
Espacio de trabajo
La pandemia nos tomó a todos por sorpresa y muchas familias no contaban con espacios definidos para ejecutar sus actividades laborales. Las empresas pueden eficientar los procesos para proveer a sus trabajadores de los insumos digitales para que puedan adaptar un espacio de trabajo desde sus hogares. -
Dar seguimiento a datos
Los CEO´s y Directores Generales necesitan prestar atención del comportamiento de su organización. Si se están presentando más bajas o menos promociones por parte del personal femenino. Además de evaluar si se presentan más bajas por enfermedad y está recargada a una población en particular. Hacer este tipo de reportes se puede eficientar contando con un sistema de gestión que provea estos datos de forma confiable e inmediata.
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Políticas y procesos
Aprender de esta experiencia y establecer políticas que permitan el trabajo flexible. Además de que sea de fácil acceso y comprensión, las políticas y procedimientos organizacionales. Comunicar y comprender cuáles son las medidas y criterios de desempeño, sin necesidad de un recurso para repetirlo o que el mensaje se distorsione en función del interlocutor. -
Gestión por objetivos y evaluaciones de desempeño
Contar con un sistema que facilite administrar a las personas por objetivos. Los sistemas precisamente ayudan a hacer más objetivas las mediciones ya que no dependen de la subjetividad de una persona. La gestión por objetivos provee de una forma de gestión más justa. -
Planes de beneficios flexibles
Cada vez más empresas optan por otorgar un menú de posibilidades en materia de beneficios a sus empleados y éstos pueden ser elegidos en función de sus necesidades particulares. La combinación en la asignación de beneficios adicionales a la ley en función del desempeño tendría un impacto positivo en las personas. Y finalmente, las empresas que prioricen y provean el servicio de guardería y cuidados infantiles podrían marcar una diferencia importante en acelerar el fin de la brecha entre sueldos.
Para todos la pandemia ha sido un shock, no solamente por el temor que da el contagiarse de un virus potencialmente mortal, sino también por todas las limitación resultantes del distanciamiento social. Y aunque cada familia tiene su propia dinámica tras puerta cerrada, tener inequidad en la carga de trabajo y la compensación económica, afecta a toda la familia.
Sin entrar en detalles de lo que el estrés prolongado y la sobrecarga de trabajo puede provocar en un ser humano, la inequidad de género no solamente es un problema de justicia social, sino un problema económico mundial.
Afortunadamente la tecnología puede convertirse en nuestra aliada para aminorar esta situación y nuestros ambientes laborales pueden tener muchísimo impacto social.
Absolutamente todas las industrias pueden beneficiarse de la tecnología y la gestión de recursos humanos puede ser punta de lanza no solamente en la transformación digital, sino también en lograr un mundo más inclusivo y justo.
